Cuando el Suicidio político no tiene surgimiento de conservación

La Provincia Monseñor Nouel, ha recibido de manera impactante la renuncia de Darío Rodríguez, del Partido Revolucionario Moderno, (PRM), la que ha tomado como una especie de su suicidio político, pues corta de manera voluntaria, todo nexo de confianza con cualquier otra organización política.

A quienes les ha impactado la decisión tomada por el Alcalde Darío Rodríguez, sólo se han preguntados, ¿Es que sus asesores les están mal asesorando? dado que ha de suponerse que antes de cualquier tipo de suicidio surgen instintos de conservación, se descifran códigos instalados en los seres humanos algunos de estos,  piden preservar vidas de familiares.

Darío Rodríguez, al parecer desde aquella mudanza del PLD al PRM, viene recorriendo un camino de desaliento, de desesperanza, de incredibilidad, de pérdida de fuerza absolutamente convencido de que la ruta debe tener un final, que no tiene políticamente otro camino que quitarse del medio.  

Por lo regular, los encierros políticos conducen a trampas mortales, se abandonan toda esperanza, es lo que al parecer impera con tan nefasta decisión del Alcalde del Municipio de Bonao y su renuncia del partido que le otorgo los poderes que hoy ostenta.  No recuerdo el nombre de su autor pero leí una frase que bien dice, “Cuando la vida es un martirio, el suicidio es un deber”.

La sorprendente decisión del doctor Darío Rodríguez, de suicidarse políticamente con la segura intervención de factores ya fracasados no pasará inadvertida en las altas esferas políticas local ni nacional, aunque claro está, suicidarse es un derecho concebido cuando la vida parece un martirio.

 La sorprendente renuncia del PRM, de Darío Rodríguez, no ha arrojado luz debido a su precipitación al contrario, se ha descifrado como un acto de cobardía de lanzarse al vacío desde el décimo piso de un edificio entendiendo haber realizado un acto de honor.

Decía mi profesor en periodismo Lipe Collado, que cuando los hombres consideran que no llenan expectativas, entonces experimentan sensaciones de vergüenza y derrota, evidenciando proceso de despedida lo que al parecer impera en el presente factor.