viernes, 20 de abril de 2012

LOS DERECHOS AMBIENTALES DE LA MUJER


Participación
Fortalecimiento y contribución de las féminas a la conservación de los recursos naturales
Doña Aniana Vargas (Madre de las aguas), nació el 13 de marzo de 1930. Luchadora antitrujillista y destacada dominicana, defensora de la conservación del medio ambiente. 

El Poder Ejecutivo designó en Maimón, Monseñor Nouel, el Parque Nacional “Doña Aniana Vargas”, en honor a la  luchadora por la democracia y la conservación del medio ambiente y los recursos naturales.

Correspondió al ex ministro de Medio Ambiente, Jaime David Fernández Mirabal, hacer este póstumo reconocimiento. El parque Aniana Vargas es de 103 kilómetros cuadrados y ocupa el lago de la presa de Hatillo, el entorno de la Sierra Prieta, la Guacara, la Cueva y otros lugares de la zona, caracterizada por grandes riquezas arqueológicas.

Jaime David, adornó a esta ejemplar luchadora señalando que fue una mujer de valores. La dedicación de Vargas para defender los recursos naturales y el medio ambiente, al sembrar esas lomas de árboles y cuidar de ellos. “Siempre fue una mujer de avanzada".

Wangari Muta Maathai ( Kenia, 1 de abril de 1940 - 25 de septiembre de 2011)  fue una activista política, y ecologista keniata. En 2004 recibió el Premio Nobel de la Paz por sus contribuciones al desarrollo sostenible, a la democracia y a la paz. Fue la primera mujer africana que recibió este galardón. La doctora Maathai fue además miembro electa en el parlamento y ministra de Medio Ambiente y Recursos Naturales dentro del gobierno presidido por Mwai Kibaki.

En África, la mujer ha mantenido tradicionalmente una participación directa con respecto al medio ambiente en su vida cotidiana, principalmente como recolectora de un conjunto de fuentes naturales tendientes a satisfacer las necesidades básicas de ellas y de sus familias.

De acuerdo con el Fondo de las Naciones Unidas para la Mujer UNIFEM, la incorporación de la mujer en la formulación, planificación y ejecución de políticas ambientales sigue siendo lenta. Al mismo tiempo, la comunidad internacional ha reconocido que, sin la plena participación de la mujer, no se puede alcanzar el desarrollo sostenible.

La mujer tiene una función fundamental que desempeñar en la preservación de los recursos ambientales y naturales, y en la promoción del desarrollo sostenible. Por ejemplo, la mujer aún tiene la principal responsabilidad en relación con la atención de las necesidades de la familia y, por consiguiente, constituye una fuerza importante en la determinación de las tendencias del consumo. En ese sentido, la mujer tiene un papel clave que desempeñar en la elaboración de modalidades de producción y consumo sostenibles y ecológicamente racionales.

La Plataforma de Acción, aprobada por la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer celebrada en Beijing en 1995, identificó la necesidad de lograr la participación activa de la mujer en la adopción de decisiones relativas al medio ambiente en todos los niveles y de incorporar una perspectiva de género en todas las estrategias orientadas al desarrollo sostenible, como una de las 12 esferas de especial preocupación que exigían la adopción de medidas por parte de los Estados, la comunidad internacional y la sociedad civil.

La Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de las Naciones Unidas decidió examinar la cuestión relativa a la mujer y el medio ambiente durante su cuadragésimo período de sesiones, celebrado en 1997. La Comisión propuso que se adoptaran nuevas medidas para promover la participación activa de la mujer en la ordenación del medio ambiente a todos los niveles, incluida la incorporación de una perspectiva de género en todos los programas y políticas relativos al medio ambiente.

Entre las conclusiones convenidas del período de sesiones había medidas para alentar las investigaciones que reflejaran la problemática del género sobre los efectos de los contaminantes ambientales y otras sustancias dañinas, incluidos sus efectos sobre la salud reproductiva de los hombres y las mujeres, y la participación activa de la mujer en la elaboración y aplicación de políticas orientadas a fomentar y proteger los aspectos ambientales de la salud humana, como el establecimiento de normas para el agua potable.

Uno de los objetivos estratégicos de la Plataforma de Acción era la inclusión de la mujer, en la adopción de decisiones a todos los niveles, como administradoras, elaboradoras de criterios, planificadoras y ejecutoras de proyectos ambientales.

Para promover el desarrollo sostenible, algunos gobiernos han adoptado medidas para incorporar una perspectiva de género en sus políticas y programas nacionales relativos al medio ambiente.
Canadá ha promovido la incorporación de una perspectiva de género en la ordenación sostenible del agua potable, los océanos y los bosques, la protección de la diversidad biológica y la lucha contra la desertificación

Fortalecimiento de la capacidad de la mujer
Cada vez se reconoce más la necesidad de fortalecer la capacidad de la mujer para participar en la adopción de decisiones en relación con el medio ambiente mediante el aumento de su acceso a la información y la educación, especialmente en las esferas de la ciencia, la tecnología y la economía.

Potenciación del papel económico de la mujer
Se ha establecido con certeza el vínculo entre la pobreza y la degradación ambiental. Se ha reconocido que la erradicación de la pobreza es un requerimiento indispensable para el logro del desarrollo sostenible. De ahí que la potenciación del papel de los pobres del mundo, la mayoría de los cuales son mujeres, especialmente mujeres de las zonas rurales, tenga que ser considerada una parte necesaria de cualquier estrategia de protección del medio ambiente. Reconociendo ese vínculo crucial, algunos Estados han incorporado actividades económicas en sus estrategias de protección del medio ambiente.

Mediante su apoyo al Fondo de Desarrollo de las Naciones Unidas para la Mujer (UNIFEM), Canadá ha convertido en realidad un proyecto en Malí para capacitar, equipar y proporcionar crédito a las mujeres para que establezcan una empresa de eliminación de desechos en Bamako, que actualmente presta servicios de recogida de basura a 18.000 residentes.

Por conducto de la Fundación Aga Khan, Canadá apoyó la labor de organizaciones de mujeres en la India para poner en cultivo tierras incultas que habían sido dañadas por la sal. Las mujeres también establecieron sus propios grupos de ahorros para hacer pequeños préstamos a los miembros y desarrollar nuevos proyectos de agua potable.
Tengo entendido que, en República Dominicana, el Ministerio de Medio Ambiente hay un programa de género y medioambiente, y que también en el Ministerio de la Mujer hay un programa relacionado con mujer y género, el cual desconozco. Esta participación de la mujer en esos programas podría considerarse de utilitarista.
Quilvio Cabrera murió queriendo una nueva reforma agraria a favor de la mujer.
Según un estudio dirigido por la antropóloga, feminista y ecologista Fátima Portorreal, y publicado en la Internet, a pesar de haber aparecido la ley que incluía a las mujeres dentro de los proyectos de la titulación de Reforma Agraria, no mejoró la situación… se creyó que sí. 

En ese estudio yo revisé documento por documento, desde los años 60 hasta hace cuatro años… Cuando eso estaba Quilvio (Cabrera) en el Instituto Agrario Dominicano y se revisó hoja por hoja, nos dimos cuenta que no había mejorado, eso te denota que hay factores importantes que no es el hecho de una ley, una ley no necesariamente implica que se aplique y no necesariamente implica que las estructuras con que está organizado el IAD y los organismos de la reforma implique que a la mujer se le den tierras…

Quilvio siempre tuvo la idea de crear una nueva Reforma Agraria, incluso, hay un proyecto de ley que se trabajó muchísimo en la época de Quilvio, que era un peledeísta serio, él, en ese proceso, discutió mucho con los campesinos y siempre decía que quería un proyecto de Reforma Agraria de tierra básicamente para las mujeres. Desde 1981 aquí no se hace un censo agropecuario, de tierra, y en ese censo sólo el dospor ciento tenía el 45 por ciento de la tierra.

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