Con 104 años mantiene una mente lucida y fuerza para freír sus Chicharrones

Monseñor Nouel, es una sociedad de un espíritu enfermo, por tanto no tiene disposición de nada ni tan siquiera,  cuando se le presentan las oportunidades de bien curar sus heridas.

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Sus envejecientes hombres si mujeres aun cuando les han impregnados color y vida a la cultura poblacional al final de su vida, la propia sociedad lo convierte en basura luego de haberlo disfrutado tanto y como es el viviente caso del presente y folklórico personaje de 104 años de edad, conocido por todo como “Marrón”, quien por la falta de voluntad de las autoridades camina casi arrastrándose en el lodo luego de servirle tanto al país.

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Marrón quien perteneció por muchos años al Ejercito Nacional Dominicano, siempre manteniéndose presto a defender la Patria, hoy ni tan siquiera una mirada piadosa recibe del Estado y sus Gobernantes por lo que debemos preguntarnos, donde esta la seguridad  social de la que tanto se afanan los funcionarios en defender.

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Frente a esta palpable situación también se encuentran otros grandes defensores de la patria y de quienes muchos sacan ventajas económicas sin hacer nada por servirle a esta sociedad.

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Marrón; quien por años se dedicado a la venta de Chicharrones por nuestras calles, luego de salir del ejercito,  recuerda que en sus años de servicio a la nación dominicana se desconocía la palabra corrupción y los únicos escándalos que se producían, eran las atrocidades cometida por orden del presidente Trujillo.

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De ideología revolucionario gran admirador del Doctor José Francisco Peña Gómez,  dice que en la Republica Dominicana, se viven momentos difíciles de conducta en donde la propia sociedad parece estar idiotizada pues ya nadie respeta a nadie y por cualquier quítame esa paja cualquier niño te insulta y hasta te amenaza de muerte.

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Sobre si ha gestionado la búsqueda de una pensión nos afirma que nadie esta dispuesto a prestarle asunto en los organismo estatales pero mucho menos a servirle a un viejo ya acabado “que sea lo que Dios quiera”, a quien si le agradezco haberme dejado vivir tantos años para ver la podredumbre política existente en la Republica Dominicana actualmente y de la que aun no me adapto.