
Ambos se encuentran en un activismo político intenso procurando
captar adeptos para sus propósitos llevando José Sosa, ser el Basilio Pobre del
proceso y Eberto Núñez, el Camacho Rico, el que tiene el poder o la dirección en
este caso, del Partido Revolucionario Moderno, lo que le permite posicionarse
en una mejor trinchera y alardear de su liderazgo.
Sorprende conocer que entre estos dos pre candidatos a la alcaldía
del municipio de Bonao y en procura de cumplir con su labor de captación de
votantes, se estén conquistando sus propias gentes uno al otro en vez de
ampliar su abanico hacía otras parcelas política contraria a su partido.
Hemos visto esta práctica en el equipo político de Eberto Núñez,
el que de continuar con ésta, podría suceder al final lo mismo que sucedió
en la boda de Camacho el rico, que Basilio el pobre término casándose con la
hermosa Dorotea.
Tanto el equipo político de José Sosa, como el de Eberto Núñez, deben
irse a la acera del frente a conquistar adeptos, con propuestas y proyectos
factibles al desarrollo sostenible del municipio al que buscan dirigir desde el
Palacio Municipal a partir del 2020.
Ambos pre-candidato tienen las potencialidades de manifestarse
en condiciones política de igualdad por tanto sus manifestaciones deben estar
enmarcadas en atraer nuevos miembros hacía su organización no buscar lo que ya
han encontrados y mantenidos a sus alrededor.
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