Estancamiento institucional

De opinión.

Observando las estructuras de las instituciones públicas en Monseñor Nouel, una vez,  la llegada del Partido Revolucionario Moderno, (PRM), al poder, todas se han descompuesto sobre todo en su departamento de comunicación.

Cómo curiosidad de la vida, en todas las instituciones públicas tanto del estado como autónoma, impera una nómina de comunicadores nombrados en ellas que (Cobran pero no trabajan), llevando a cada una de éstas,  al decredito social.

El ejemplo más reciente se tuvo en Coramon, decenas de comunicadores nombrados allí, pero ninguno fué capaz de explicar que sucedía con el servicio de agua, hasta que rabiosamente el pueblo pidió explicación exigiendo la cabeza de su administrador.

Es una dolorosa verdad decir, que ninguna institución publica en Bonao tiene un departamento de prensa, aunque en su nómina, aparecen 30 comunicadores nombrados, sin embargo, sus propios incumbentes, son los que salen a decir qué están haciendo y subirlos a sus propias redes sociales algo sumamente vergonzoso.

Aquí en Bonao, Salud Pública,  El Hospital Público,  Los Distritos Municipales, Coramon, el Ayuntamiento Municipal, Las oficinas de los Diputados, la Oficina Senatorial, no cuentan con un departamento de prensa lo que le implica fracaso al Sistema político a la vez, refleja incapacidad institucional.

Recién se formó el comité organizador del baloncesto, superior con refuerzos, allí no se eligió un director de prensa, pero vemos a su presidente, despachar personalmente las informaciónes.  Se celebra el torneo de béisbol liga de verano, Los Mineros de Bonao, es el único equipo que no cuenta oficialmente con un cuerpo de prensa, la dirección provincial de deportes, dirigida por Samuel Francisco Melo, tampoco tiene una dirección de prensa, pero decenas de seudos comunicadores cobran en estás.

La Sala Capitular, el Consejo Turístico, el Consejo para el Desarrollo, y otras, corren la misma suerte incluso, en éstas hay comunicadores que cobran viviendo en Estados Unidos.

Son situaciones decepcionantes que implican acciones corruptas por lo que se hace urgente, un esfuerzo gigantesco tanto de la clase política como la del periodismo local para buscarles solución a éste problemas dado que los gobiernos locales, no están obligados a mantener parásitos con sobrenombre de periodistas o comunicadores y las instituciones, están obligadas a decir qué están haciendo con los recursos del pueblo que bien o mal administran.

Mientras éstos se llevan en silencio al bolsillo un salario mensual, la población sufre la falta de lo más preciado en la vida, la información.