De opinión:
El titular de éste escrito, es lo que pareciera decirles, cada autoridad al presidente de la República quién coloca a la Provincia Monseñor Nouel, dentro de las 14 en estado de emergencia por los efectos del paso de Melissa, por el país.
No hubo dudas, Monseñor Nouel, estuvo bajo riesgo pero gracias a Dios, nada que lamentar las lluvias caídas, sirvieron para alimentar las presas y el cultivo agrícola por lo qué, no se hacía necesario de que el presidente colocará a Monseñor Nouel, entre las provincias en estado de emergencia luego del paso de Melissa, cuándo los únicos males que por años ha venido padeciendo ésta provincia e ignorados por el poder ejecutivo ha sido la falta de viviendas, el suministro de agua potable, la falta de empleo y otros males, no provocado por Melissa, pero que desde el estado, no se les prestan atenciones.
Las lluvias caídas sobre Monseñor Nouel, fueron hasta generosas, pues trajeron bendiciones pero de esas bendiciones el gobierno ha querido vender una desgracia vista únicamente en gobiernos sustentados en la corrupción, en gobiernos sin programa de gestión, en gobiernos sustentados en la improvisación.
En el caso de la presa, las lluvias producen energía, en la agricultura, mayor sustentación de rubros, mayor suministro de agua potable y para el medio ambiente, para la flora y fauna, una glorificación.
Ninguna de las autoridades de Monseñor Nouel, ha sabido decirle al presidente, que aquí Melissa, no produjo daños por tanto, debe sacarlas de ese listado y si la idea es invertir en el desarrollo sostenible de la provincia, pues que lo haga sin colocarnos en el filo de la navaja para continuar endeudando a la República Dominicana.

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