Con una nueva revolución en lo que refiere a una candidatura Clubistica, el pasado sábado 25 de febrero fueron celebrada las elecciones interna del Club Juan Ramón Rosario Vargas, (Momoncito), en la que fui candidato junto a otros compañeros a la dirección de la referida entidad.
A mi juicio, estas iban hacer unas elecciones parecidas a la ya acostumbradas en la entidad Clubistica en la que nadie tiene interés de votar y por tanto reinaba el orden, la disciplina y la participación de los electores tenia el sinónimo del fortalecimiento del crecimiento institucional pero no fue así.
Otros fueron los intereses buscado por la plancha No.2 que me adversaba y para lo cual se hizo acompañar por el mayor engaño existente en el Club Juan Ramón Rosario Vargas, (Momoncito), en toda su historia de fundación ambos candidato desde la misma apertura al electorado, recibían el apoyo de manera pacifica de sus electores sin embargo falto una mayor supervision en el proceso el cual se inicio viciado por uno de los miembros de la comisión electoral quien dentro del propio proceso parecía ser el candidato presidencial de la plancha No.2.
No fue hasta que nuestro delegado electoral Winston Bolívar Santos, descubrió, que la plancha No.2 arrastro decenas de vecinos del lugar a votar con nombres falsificados, gente que nunca habían entrado al terreno de juego a tirar una pelota quienes votaron con nombres escrito en el padrón electoral y que no les correspondían.
Nuestro representante al descubrir este hecho, solicito al presidente de la mesa anular las votaciones pues ya este venia teniendo la sospecha de que algo raro estaba aconteciendo en el proceso y, al presidente de la Comisión Electoral, Roberto Rosario, negarse a revisar la votación, esto provoco un desorden en el que la policía nacional tuvo que intervenir como máximo representante de la Plancha No.1, y para evitar una desgracia mayúscula opte por aceptar la desicion de continuar con el proceso sin importar la consecuencia final en la urna pues entendí, que no me jugaba una finca, no me jugaba 200 cabeza de ganado no tenia en peligro la vida de mi familia y aunque el resultado final fue prejuicioso, al obtener una votación de apena 70 votos a 100, sentí la satisfacción de haber participado en este proceso eleccionario del Club Momoncito.
Si lamente, que este proceso haya dividido a humildes amistades como fue el caso de Jacqueline Espino, Presidente de la Asociación de Softbol de la Provincia Monseñor Nouel, y quien me acompañaba como Secretaria en la Plancha, y la que a penas faltando hora para el proceso electoral, fue objetada por dos de sus grandes amigos y a los que ella trataba como su familia, también fue objetado Víctor Paniagua, gran amigo y colaborador del Momoncito, lo mismo ocurrió con el presidente de la Federación de Softbol del Cibao, Samuel Francisco Melo, a quien no solo se quiso objetar sino agredirlo físicamente.
Hoy a una semana de tocar mi derrota electoral en la búsqueda de dirigir al Club Momoncito, me siento orgulloso de haber competido y recibir el apoyo de tantos amigos, de saber que aun hay quienes confían en los proyectos que lanzamos en el área deportiva, siento, que perdiendo 100 votos por 70, es ganado el respeto y el cariño de 170 votantes el pasado día 25 de febrero.
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