jueves, 15 de noviembre de 2018

Cuando el poder político es la lógica del ejercicio de las funciones


El presente impasse entre el alcalde Darío Rodríguez y los regidores, ha mostrado a la sociedad nouelense, que las cosas no funcionan ni funcionaran si ambos organismos tanto legislativo como ejecutivo no cuentan con el apoyan mutuo y regularizando todo los procesos de desarrollo a favor del municipio.

El accionar dentro del entorno del Parque Duarte, sólo por falta de comunicación entre las partes, promovió a que la Sala Capitular y 7 de sus regidores asumieran el control legítimo del organismo en su rol de fiscalizadores de los bienes y accionar del ejecutivo.

Erróneamente algunos funcionarios y allegados al ejecutivo han entendidos que declarándole la guerra a través de las redes sociales a mayoría de regidores procurando así desacreditarles van alcanzar algún objetivo desconociendo,  que con esto sólo agravaran la situación y una muestra es, que tienen poder para congelar la cuenta del Ayuntamiento y por igual pedir una auditoria.

Aquellos que vienen agitando e inoculando el veneno de la cizaña y la división en el Ayuntamiento del Municipio de Bonao, deben saber que de continuar no tendrán un fácil resultado por lo que deben dejar que tanto el poder legislativo como el ejecutivo impongan sus criterios pues lanzándole agua a un incendio de gasolina solo generaría agravarle.

De esta tormenta indudablemente el único que saldrá favorecido será el municipio el que por demás sabrá, que en el 2020 deben ir a las urnas a realizar los cambios de sus hombres y mujeres que bien no les han representados en los estamentos públicos, aspirar a que sus voluntades ciudadana sean la de elegir lo transparente, lo creíble, lo fiable.

Ojalá los que vienen agitando entiendan que tanto los regidores como el alcalde, fueron elegidos por 4 años y el impasse político existente debe solucionarse entre estos sin la necesidad de meterlos a todos en una licuadora.

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