El Coronavirus está llevando a comunicadores mostrar incapacidad de disertación

Un grupo de comunicadores sociales del municipio de Bonao, vienen considerando como una muy buena oportunidad el paso del coronavirus para dentro de su fanatismo político despachar pandémicos comentarios en contra del senador Félix Nova Paulino, ganándose de esa manera nauseabunda opiniones de sus propios receptores.

Es como si con sus insultos, arrasaran de una vez y por toda con los idealismos del electorado,  como si con sus blasfemias e insultos a través de los medios de comunicación vaciaran la mentalidad de la población desconociendo, que sólo se hacen daño así mismo y a los intereses que dicen defender.

Estos han convertido al senador sin darse cuenta, en una víctima del sistema por lo que en ese sentido debieran desconectar su cerebro de este personaje a los fines de prevenir males peores dado,  que dentro del cerebro de todos aquellos que vienen intentando atacar al senador Félix Nova, lo hacen sin aportar nada nuevo, siempre con la misma cantaleta, los mismos argumentos y los que ya nada le aporta a sus receptores.

Es hora de qué quienes vienen dándose a esta tarea,  cambien su discurso a los fines de prevenir reversión en sus propósitos, pues al igual que yo, son muchos los que les sienten muy enfermas sus mentes para la que al parecer, no hay remedio o es muy alto su costo.

Una gran parte de la población plantea que no es con insultos ni palabras obscenas no propias en un comunicador social que en las urnas se le puede ganar al senador sino, trabajando plataformas políticas que produzcan situaciones en el electorado pues lo que  vienen mostrando, lo único que está causando es pánico en la población.

Seria importante que estos comunicadores contengan sus impulsivos insultos contra el senador Félix Nova, dado que al final, el pueblo vota y elije a los legisladores que cree merecer y quienes quedan en ridículos, resbalando en la mierda, son aquellos que teniendo argumentos para atacar no supieron empuñarlos correctamente y dar hasta matar.

Silenciemos el discurso, entendamos que los libros tienen cientos de páginas, que para acabarlo debemos leerlas e interpretarlas, que por blando que sea el pantano, siempre tienes partes firmes pero deben usarse con inteligencia para salir del mismo.