En su precisión de cargos a los imputados la Procuraduría General de
la República hace un recuento de la forma en que comenzaron las
operaciones de negocios de Odebrecht en
la República Dominicana, con el despojo de la construcción del
acueducto de la Línea Noroeste, que lo tenía en sus manos la empresa
brasileña Andrade Gutierrez, y por una audaz actuación del imputado
Angel Rondón Rijo, la obra pasó a manos de la empresa Norberto
Odebrecht.
De acuerdo con el relato de la Procuraduría, en esas acciones
tuvieron participación protagónica, además de Angel Rondo Rijo, el
presidente del senado de entonces Andrés Bautista, el presidente de la
Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, el director del Instituto Nacional
de Alcantarillado y Agua Potable (INAPA), y el ingeniero Víctor Díaz
Rúa, quien se enganchó al esquema de fraude a los dos meses de ser
designado en la dirección del INAPA por el presidente Leonel Fernández,
en el 2004.
De acuerdo con el Ministerio Público todas las obras construidas o en
proceso de hacerlo que obtuvo Odebrecht en el país, entre el 2001 y el
2014 fueron adjudicadas mediante el mismo esquema de fraude y soborno, y
en el centro siempre aparece el lobista Angel Rondón Rijo.
En el documento los fiscales acusan a Rondón de ser conocido como el
hombre del maletín, y lo señalan como “representante” de Odebrecht, sin
especificar las actuaciones reales que desempeñaba, sino que eran todas
relacionadas con la obtención de los préstamos en el congreso nacional.
Dice el documento del Ministerio Público que las 17 obras
contratadas, incluyendo la última, las plantas de Punta Catalina,
“fueron adjudicadas u otorgadas mediante sobornos realizados a través
del intermediario comercial, imputado Angel Rondón Rijo, a funcionarios
de la República Dominicana, utilizando una estructura corporativa de
empresas offshores pertenecientes al imputado Angel Rondón Rijo y a la
sociedad comercial Constructora Norberto Odebrecht”.
Con la influencia de Rondón, Víctor Díaz Rúa, Andrés Bautista y Alfredo Pacheco, el Congreso Nacional aprobó una ampliación más del Acueducto de la Línea Noroeste, el 26 de enero del 2005.
Ese era un día de Duarte, y le incluyeron un costo adicional de 79 millones de dólares. Pero cuatro meses después, los mismos personajes le aprobaron al proyecto otros 10 millones de dólares
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