Sin régimen de consecuencia, siempre habrá putrefacción política y social.

Opinión invitada

Por. Frank Guerra

La composición política y social en la que estamos sumergidos sufrirá la embestida desgarradora de reservas negativas si no desarrolla un régimen de consecuencias que castiguen el mal accionar  de sus actores.

Una vez mas la desobediencia política partidaria y la negación a valores son protagonistas en actores políticos que no piensan en una verdadera revolución social donde los jóvenes siguen el mismo librito buscando cabildeos e interés personal copiados de antecesores mañosos.

El 16 de agosto del 2016, Día de la Restauración, donde los alcaldes hacen rendición de cuentas y se elige el buffet de regidores, “regidores”, que solamente  rigen acciones perversas y se convierten en gladiadores insoslayables de intereses espurios, de negociaciones y desobediencia partidaria, en esa acción se Eligio al hoy ex presidente José Sosa, como presidente del Concejo de Regidores Edilicio y quien fuera presentado por el bloque del PLD-PRD, el mismo negocio tal posición desobedeciendo la decisión partidaria PRM, organización política a a cual pertenece, anotándose así la primera victoria del bloque del gobierno.

Este año 2017, en el mismo escenario y con los mismos actores, acontece lo mismo pero con un protagonista diferente y supuestamente representante de la juventud, el regidor Néstor Matos, quien resulto electo presidente de dicho de dicho Concejo, con la misma realidad de la ocasión anterior.

Pero peor aun, acompañado en la vice presidencia del regidor Esteban Pérez, quien fuera apresado y acusado de manera infraganti, de golpear a su pareja sentimental.

Que pena, ¿son los actores o el partido al cual pertenecen los culpables?, podría decirse que mitad- mitad, pero en este caso, el partido resultaría el mas culpable por no establecer sanciones, por no establecer un régimen de consecuencias que castigue a los payasos politiqueros.

Debemos refundar esta sociedad que parece ser que todos esta putrefacto, desde los gobernantes hasta los gobernados.  La deslealtad, la desobediencia, la traición los intereses espurios, deben ser extirpados y darle paso a una nueva revolución social.