La Procuraduría General de la Republica
conjuntamente con la Dirección General de Medicamentos y Productos Sanitario, (DIGEMAPS),
procedieron el pasado día 8 de noviembre a realizar un allanamiento y de manera
exclusiva en varias farmacias no afiliadas a la Asociación de dueños de estas.
De manera exclusiva la Procuraduría y el
Ministerio de Salud Publica, allanaron de manera irregular y en busca de
medicamentos falsos y/o alterados, la farmacia Prosperidad, propiedad de
Magalis Altagracia Díaz, en donde ambos organismos no encontraron nada
comprometedor confiscando de manera jocosa, y así lo dicta el acta levantada de
toma de muestra, confiscación e inventario, 20 botellitas de agua Planeta Azul
y 4 galones
de agua de la misma marca.
Apenas horas de haberse realizado el
allanamiento y como queriendo lavarse las manos como Pilato, la Asociación de
Dueños de Farmacias se destapa con un comunicado y de manera irresponsable desligándose
de tal acción solo porque esta entidad (La Farmacia Prosperidad), no es
afiliada a su entidad lo que indica que desde este estamento se le quiere hacer
daño comercialmente a los propietarios de farmacias que no pertenecen a su
emporio.
Todo habitante del municipio de Bonao, conoce que
Magalis Díaz, fue esposa de Enrique Ball, como también conoce de su separación
y repartición de bienes, sabe por igual, que ambos emprendieron negocios
diferentes con algunos parentescos lo que no puede existir equivocaciones
algunas sin embargo, y como si esto fuera prueba suficiente, el Ministerio
Publico, encontró dos carnets, en la gaveta
de uno de los escritorios de la
farmacia Prosperidad, propiedad de su ex esposo hallazgo, no suficiente para
cerrar una entidad comercial como algunos pretenden que se haga.
Pareciera que se esta frente a una trama pues
como por coincidencia, las farmacias allanadas por el Ministerio Publico, no están
afiliadas a la Asociación de Farmacéuticos, las farmacias allanadas, han sido
desde su fundación, las que en su materia, han defendidos el bolsillo de los pobres
haciéndole factible la adquisición de sus medicamentos en los momentos
requeridos.
Se entendía y por solidaridad la Asociación de
Propietario de Farmacia de Bonao, debía unirse a las investigaciones en cuestión,
o guardar el mas estricto silencio permitiendo haya diafanidad en el caso, no así
emitir un comunicado a tan solo horas de generarse los allanamientos condenando la existencia de
productos adulterados en tales entidades solo y simple, porque estas son de sus
competencias.
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