jueves, 16 de noviembre de 2017

Dejemos de hacer el ridículo señores regidores



 De Opinión:

La Sala Capitular del Municipio de Bonao, no puede continuar haciendo el ridículo ante una sociedad que permanentemente esta vigilante en su accionar.  

 Es penoso ver como estas autoridades están cualquierizando los proyectos y procesos de desarrollo comunitarios, allí nadie se respeta y a nadie se le respeta, estas autoridades como tumbas frías se burlan de la municipalidad, eso de convocar de manera urgente y sin panificación alguna a una sesión para aprobar una nueva estación de combustibles raya en lo ridículo.

En la actualidad y sin la realización de los estudios correspondientes los supuestos honorables regidores del municipio de Bonao, se han destapados en aprobar estaciones de combustibles sin preservar tan siquiera su pulcritud personal,  esto de reunirse a la carrera para certificar la colocación de una bomba de tiempo y la que al paso de los días lenta pero segura, le acredita enfermedades a quienes habitan a sus alrededores indica, que ya nada les importa ni tan siquiera se diga, que en dicha prisa debe moverse un dinero gordo.

En honor a la verdad, no hay muerto sin tumba, los regidores involucrados no se han cuidado de preservar la apariencia lo que no es mas que una manera de burlarse de la municipalidad que deposito en estos un voto de confianzas al elegirlos para que dignifiquen el municipio.

Desde la llegada de su nuevo presidente Néstor Matos, a la Sala Capitular, las señales dadas, bien nos dicen por donde vamos y la desastrosa capacidad de bien representarnos como municipio que tienen estos señores quienes leyendo muy bien el librito de gobierno de Danilo Medina, se burlan del sistema.   Señores estos regidores y con uno o dos de excepciones, no son buenos. 

Dotar de permisos medalaganariamente para la instalación de una nueva estación de combustibles en Bonao, es como si desde nuestra Sala Capitular, se le saque la lengua y se le escupa en la cara a cada munícipe.

Es mil veces mejor, detenerle a un pueblo este tipo de desarrollo que condenarlo a sufrir terribles enfermedades que mas temprano que tarde les llevarían a la tumba.

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