jueves, 8 de febrero de 2018

.No deben prestarse a ninguna maniobra los regidores, de aprobarse el Presupuesto Municipal

Mi Comentario del Dia.

Los Regidores del Municipio de Bonao, se disponen hoy jueves 8 de febrero, y durante sesión, aprobar a unanimidad el presupuesto municipal, garantizando desarrollar un proceso a buen ritmo de paz y armonía.

Las bancadas PRM, PRSC, PRD Y PLD, garantizan que el alcalde Darío Rodríguez, con el nuevo presupuesto del 2018, desarrollará todo su programa de obras y promesas de campaña con la transparencia requerida y dentro del cumplimiento de la Ley 176-07 valorando de esta manera,  el que todos requerimos de una segunda oportunidad en la vida.

Afirman que tanto la sala capitular como la población, desconocen en donde se invirtieron 173 millones de pesos del presupuesto del pasado año 2017, por lo que en esta ocasión el alcalde no debe continuar ocultándole nada a quienes tienen la encomienda de fiscalizar cada centavo que administra la institución edilicia pues con la aprobación del nuevo presupuesto del 2018, no se prestaran a chachulleria ni a ningún tipo de maniobra rara.

 Sabemos que impera una crisis interna en esta administración pero son procesos que se dan en las instituciones cuando sus recursos son mal administrados pero son experiencias que muchas veces deben de suceder para entender que no se puede jugar con la inteligencia de las personas y el pueblo.  Explican regidores del PRM y el PLD.

Ven con muy buenos ojos que el alcalde haya podido ponerse de acuerdo con la gran mayoría de los regidores y, confían una vez más en sus palabras y acciones de que se va a cumplir con todo lo dice el proyecto de prepuesto del 2018, de fallar, no les fallará a los regidores, le fallará al pueblo que viene manteniéndole vigilante y confiado en el cumplimiento de sus promesas de campaña, le fallará a esos sectores que esperan la aplicación del 40% de inversion en las obras requeridas y por concepto del presupuesto participativo.

Afirman contar con los procedimientos que dicta la Ley, de que una vez y por toda, el alcalde entienda que no es una finca de su propiedad que está manejando, sino que esa finca tiene dueño y lo es el pueblo y tiene fiscalizadores que deben desempañar su función como supremos vigilantes de cada inversión que realiza institucionamente pues para eso fueron elegidos.

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