Llama a la unidad de las autoridades para impulsar el
progreso de este municipio.
El
alcalde de Bonao, doctor Darío Rodríguez, resaltó la labor pastoral, social y
comunitaria de la parroquia nuestra Señora de Fátima, durante sus cinco décadas
de servicio, en beneficio del desarrollo de las distintas comunidades y
sectores de este municipio.
“Felicitamos al padre Tomás Alejo
por la gran obra y trabajo que ha llevado a cabo en Bonao. La parroquia
de Fátima no es sólo una iglesia, ya que constituye una institución de servicio
integral, motivo por el cual nos sentimos muy orgullosos”, afirmó Rodríguez al
recibir la procesión con la virgen en la
parte frontal del cabildo local, lugar donde el padre Franklin Cruz hizo una
oración en la que clamó por la
prosperidad de Bonao.
El funcionario edilicio pidió
igualmente a la virgen de Fátima interceder ante Dios para que en esta
población reine la paz y la unidad entre
todas las autoridades y feligreses de esta demarcación.
“Apelamos a la
unidad para que juntos trabajemos por el progreso y bienestar de nuestros
ciudadanos, donde cada autoridad tiene el compromiso de poner un granito de
arena para lograr ese propósito”, sostuvo el ejecutivo municipal De su lado, el
obispo de la diócesis de La Vega, Monseñor Héctor Rafael Rodríguez y el padre
Tomás Alejo, al encabezar la celebración de la misa solemne, por los 50 años de existencia de la parroquia de Fátima, junto a un grupo de sacerdote y diáconos, agradecieron
al alcalde Darío Rodríguez, así como a
los regidores del Concejo Municipal, todo el apoyo brindado a ese centro
católico para hacer realidad la realización de los festejos.
Al finalizar la eucaristía, los
miles de personas que asistieron a la actividad de la iglesia de Fátima, entre
ellas autoridades y feligreses, disfrutaron de un hermoso espectáculo de fuegos
artificiales, alusivo a los 50 años de su creación, patrocinado por la Alcaldía
de Bonao.
SU
HISTORIA
La iglesia Nuestra Señora de Fátima
fue fundada el 31 de agosto del 1968, y tuvo como primer párroco al sacerdote
Tomás Abreu Herrera, quien luego en
1978 se convirtió en obispo de la Diócesis de Mao-Montecristi.
Por: Rosendo de Jesus.
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