El ex alcalde Alberto Marte, quien
se creía enterrado políticamente reaparece para dar inicio a una incertidumbre política
al colocarse del lado, que de una manera
muy oscuro dejo sin dar explicación alguna, a una sociedad que confiaba
ciegamente en él.
Alberto Marte sale de nuevo a la
luz, procurando retomar lo que dejó de manera irresponsable atrás refugiándose
en una colina desde donde indicaba, haber salido del poder municipal derrotado
por tanto, no deseaba volver a caminar las calles de su pueblo debido a sus deshonestos
fallos políticos.
La carrera política de Alberto Marte,
en sus dos últimos años de gestión municipal, fue muerta y sepultada, él mismo dejó
que el mundo se le desboronara encima para hoy, y como el chapulín colorado aparecer
de la nada creando incertidumbre en el panorama político del municipio de Bonao.
De la forma en que Alberto Marte,
salio del panorama político se pensó que sería un nunca jamás, no pensó que al escupir hacía arriba la saliva
le caería en la cara por lo que se hace factible de que un intento de regreso
del ex alcalde, a dirigir los destinos de esta entidad debe recibir su castigo
de la población todo, por la forma tan irresponsable de haber abandonad a su
suerte la entidad y por ende, la población.
Se ha puesto en marcha un proyecto
divisionista de parte de Alberto Marte, en el PRM y, el que apuesta al fracaso
de la candidatura de Eberto Núñez, estas intenciones también ha comenzado a
preocupar a la población la que percibe un peligro social dado los avances que como municipio hemos
alcanzados con la actual gestión municipal de Darío Rodríguez.
Alberto Marte, fue irrespetuoso con
su municipio al abandonarlo a su suerte y esconderse, jamás pensó que el alto
volumen de basuras distribuidas en cada esquina de cada sector de la población,
crearía enfermedades no se permitió pensar ni por un momento sus posibilidades
de un nuevo regreso el que hoy intenta hacerlo con una jugada sospechosa.
El ex alcalde olvido que la política tiene normas y
principios trascendentales, olvidó, que su labor a favor de su pueblo desde el Ayuntamiento,
era su responsabilidad y sus días finales como administrador, debían estar
cargados de luces no de sombra ni oscuridad.
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