Las propuestas
electorales de los candidatos a Senador, Héctor Acosta, por el PRM y
Casimiro Ramos, por el PLD, son pocas por no decir ninguna, estos
aspiran a legislar representando la Provincia Monseñor Nouel, sin
ofertarles posiciones políticas creíbles.
Es por lo que ambos
candidatos al no tener ofertas electorales, han generado frustraciones
en sus intentos, su hoja de vida y servicio a favor del bien común, es
completamente neutral y es justo ahí, donde ambos anidan un gran problema social permitiendo que la provincia le perdiera toda su confianza.
Los cúmulos de decepciones que han generado Casimiro Ramos y Héctor
Acosta, en el electorado hoy se les destapan al intentar ir al Senado
sin propuestas por lo que mayoría de electores sienten que estos solo
irán allí a lucrarse y disfrutar de los beneficios que tal posición le
adjudica púes su pueblo nunca les has importado en nada ni para nada.
Casimiro Ramos, diputado por 4 años, director del Inazucar, director del Feda, director de Intabaco y Bonao, que logros alcanzó a los fines de su desarrollo interno desde tales posiciones.
Héctor Acosta, funcionario del gobierno de Hipólito Mejía, 4 años ordeñando esa vaquita, sus conciudadanos les hedían, al grado que decidió abandonar a su provincia y mudarse a Santiago, venir a visitarla de acechones y decir, que Bonao era un pueblo de gente pedilones y muertos de hambre, se mudo a Santiago porque Bonao, estaba colmado de hombres y mujeres delincuentes esas expresiones, hoy su pueblo se la está vomitando encima.
Tres aspirantes un sólo objetivo La Senaduría, dos con un gran desafío por delante enamorar con propuestas creíbles a la gente, al electorado, reconocer en ese afán, que las sociedades han evolucionados y dentro de ese proceso tanto Héctor Acosta como Casimiro Ramos, se han quedado como la placa de los motores /Atrás/ y sin hacer nada que les sirva de punto de referencia para recuperar la confianza perdida.
Casimiro Ramos, diputado por 4 años, director del Inazucar, director del Feda, director de Intabaco y Bonao, que logros alcanzó a los fines de su desarrollo interno desde tales posiciones.
Héctor Acosta, funcionario del gobierno de Hipólito Mejía, 4 años ordeñando esa vaquita, sus conciudadanos les hedían, al grado que decidió abandonar a su provincia y mudarse a Santiago, venir a visitarla de acechones y decir, que Bonao era un pueblo de gente pedilones y muertos de hambre, se mudo a Santiago porque Bonao, estaba colmado de hombres y mujeres delincuentes esas expresiones, hoy su pueblo se la está vomitando encima.
Tres aspirantes un sólo objetivo La Senaduría, dos con un gran desafío por delante enamorar con propuestas creíbles a la gente, al electorado, reconocer en ese afán, que las sociedades han evolucionados y dentro de ese proceso tanto Héctor Acosta como Casimiro Ramos, se han quedado como la placa de los motores /Atrás/ y sin hacer nada que les sirva de punto de referencia para recuperar la confianza perdida.
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