Tony Balbuena
Maimón, Monseñor Nouel.- El Presidente de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos de esta localidad, periodista Tomás Almonte, pidió al presidente Danilo Medina entregar 35 millones pesos a trabajadores de la Rosario Dominicana que fueron cancelados en 1992 sin darles los incentivos laborales por los años de servicios en la empresa.
Observó que el despido masivo de unos 700 trabajadores mineros se produjo durante la gestión que presidió el general Antonio Imbert Barreras, violando un acuerdo establecido entre el entonces secretario trabajo doctor Rafael Alburqueque que ordenaba la entrega de las prestaciones laborales.
Afirmó que los obreros cesanteados dieron sus vidas, su salud y los mejores años de su juventud, obteniendo a cambio enfermedades profesionales que en la actualidad los mantienen postrados en sus hogares viviendo la más horrible miseria.
“Perdieron sus fuerzas, sus energías en la Rosario Dominicana, la única mina de oro en el mundo que ha quebrado”, sostuvo.
Señaló que estos trabajadores han sido abandonados a su suerte y sus derechos laborales han sido minimizados por autoridades que se muestran indiferentes ante la realidad que viven en el municipio de Maimón.
Recordó que en el año 1992 cuando los setecientos obreros fueron desalojados de sus puestos de trabajo, la empresa minera obtuvo ganancias por unos 60 millones de dólares.
Refirió que en el año descrito fueron despedidos de forma arbitraria con un contingente militar que los saco por la fuerza de los lugares donde se encontraban laborando.
En aquella ocasión alegaron que les avisarían en 15 días y llevan 18 años esperando que el estado dominicano asuma el compromniso de pagarles los 35 millones de pesos de las prestaciones laborables, lo que ha sido imposible a la fecha.
La mayoria de estos hombres hoy padecen enfermedades cardiacas, cerebrales y otras enfermedades profesionales que adquirieron mientras ejercían en la minera.
La maxima autoridad de los Derechos Humanos en Maimón solicitó al mandatario dominicano no que resarsa a los obreros por ley, sino por humanidad al reconocer que viven una horrible pesadilla.
Aclaró en ese orden que la Barrick Gold tiene el deber de asumir conjuntamente con el gobierno ese compromiso en interés de que el sosiego vuelva a reinar en las familias de los afectados.
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