Llama mucho a la atención, que mientras la población,
los médicos y las enfermeras del Hospital Pedro Emilio de Marchena, se quejan
del deterioro y las precariedades de este centro de salud, su directora no dice
ni esta boca es mía, se cree, es por temor a ser cancelada.
En los 100 días de gestión municipal de nuestra
honorable sala capitular, dejaron estructurado algo que jamás mente humana podrá
olvidar, la cuota de la mujer, se la lambieron.
Así como los ayuntamientos son las escuelas de
la democracia, el de Juma Bejucal, también debería serlo en materia de administración
y transparencia, en ambas materia Karina Ramírez, esta sacando cero.
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