Yo soy un hijo consentido de Dios.

 Humilde y glorificado mensaje en mi 64.

Hoy es mi fiesta, hoy es mi día, hoy puedo decirles a Dios y al mundo, “gracias”, decirles que tengo la plena certeza de que en los momentos difíciles, el señor;  no me ha abandonado en medio de las tormentas. 

  En los Hospitales, en mi Trabajo, en la Familia, en los Tribunales, en la Cárcel, él siempre has estado ahí.

Su amor y su poder lo he sentido en grandes y difíciles circunstancias, el me ha dado la fuerza para enfrentarme a todas y cada unas de sus pruebas, sus guardianes han estado ahí, protegiéndome, guiando cuerpo, alma y corazón de todos aquellos que les has tocado actuar en los hospitales, en la cárcel y en los Tribunales, en el bienestar familiar.

Hoy a mis 64 años de vida, estoy convencido que los milagros suceden,  por tanto no desespero porque Dios, tiene algo para todos sus hijos, bondades para los buenos y maldades para los malos, “Yo soy un hijo consentido de Dios”.

A pesar de no visitar con frecuencia su casa (La Iglesia), en Cristo Jesús, están puestas todas mis esperanzas, de esas maravillas que hace Dios,  tengo la mas glorificada, la de no guardar rencor, y continuar la lucha pues mas adelante él, tiene otros planes para mi para ti y para todos los que les glorifiquen quizás, con mejores propósitos del que dejamos atrás.

Gracias a todos por llenarme de emotividad, a Dios, por permitirme leer sus mensajes de felicitaciones, permitirme decirles, que continúen siendo agentes de las buenas obras, que la salud mental no afecte su salud física.