Opinión Invitada:
Jose Lino Martinez |
Esta palabra no es un simple
vocablo. Es la verdadera esencia de nuestras actuaciones. La verdad no es
decirle a alguien lo que se piensa sin trabas ni rodeos. Un sentimiento
expresado no necesariamente es una verdad. Muchas de las veces es un desahogo, inclusive
un torrente de palabras que raya con la imprudencia y la prepotencia cuando se
confunde con una pela de lengua.
Friedrich Niestzcher, el gran
filósofo alemán, reflexiona al respecto, que la verdad, a veces es una gran
mentira que se acepta como una verdad porque conviene a la falsedad tomarla de
taparete. Como dice Ricardo Arjona sobre Jesús, es verbo no es
sustantivo. O sea, lo que define una oración gramatical, no es decir soy
verdadero cristiano, sino serlo de hecho, de palabras, sino con los hechos.
Por ejemplo, una verdad no es decir
quiero a mi prójimo y en el momento de demostrarlo, resulta falso.
Entonces, esa verdad es una pose. Una vulgar mentira. Lo es
también, comprometerse con una responsabilidad y no cumplir. Ahí se actuó con
mentira.
Una mentira lo es cuando se tiene
una familia y no es su ejemplo. Es mentira social y de formación, cuando usted
hace algo que a los hijos le prohíbe. No es verdad, que usted no
teniendo derecho a realizar algo, lo asuma como una potestad sin
corresponderle. Un impostor es una mentira.
La verdad es cuando lo dicho o lo
hecho es igual a lo que es y todo es igual a tu actuación. La
verdad es una pose de hipocresía cuando se dice soy honesto y sus actos no se
asemejan a lo correcto.
La verdad es un sacrilegio cuando se
dice como mentira envuelta en los sacramentos de un altar. Es una profanación
cuando dice que la verdad abraza cuando eres mentira en tu casa. Si una línea
es una sucesión de puntos, una verdad es un patrón de mentira cuando de
verdad lo que practica es una perfidia.
Es una mentira cuando dice abrazar
la verdad, cuando lo que abraza es la mezquindad y la maldad.
Finalmente, es una verdad cuando
besos da como judas y tu amor se hunde en la falsa apariencia de tus actos de
burbujas. La verdad jamás podrá ser empañada con el lodo, ya que su brillo no
está en la palabra, sino en el propio brillo de tus ojos. Y será su falsa
comedia, incluso, hasta cuando la digas a media.
Siendo así, tu verdad sin actos
verdaderos, es igual al jabón que se esfuma, así, en el fondo tu verdad
será una simple y falsa burbuja.
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