viernes, 16 de febrero de 2018

MI DEDO SOBRE LA YAGA

DE OPINION:
Carlos Brito

La división por intereses personales que vienen teniendo nuestros Legisladores Municipales en la Alcaldía de Bonao, está resultando de un obstáculo para el buen funcionamiento y desarrollo de la  ciudad, muy a pesar de que la misma, esta integrada por eminentes conocedores de la Ley los que por demás, son licenciados en derecho, (Abogados).

Se entiende, que como institución fiscalizadora de las acciones y actuaciones del alcalde y, en defensa de la población, estos deben ir allí a empoderarse de los puntos críticos que afecta a la población, a la municipalidad la que esta viendo estancadas sus esperanzas depositadas en cada uno de sus regidores pues a casi dos años de gestión no se vislumbran posibilidades algunas de que estos hagan cumplir a cabalidad con la Ley Municipal, los intereses personales están afectando el desenvolvimiento de nuestra Sal Capitular.

Estas intenciones de fastidiar de una gran parte de los regidores tiene sus objetivos, “el entretenimiento y freno al desarrollo municipal”,  pues estamos frente a un Ayuntamiento quebrado y endeudado hasta la coronilla,  por lo que debe generarse el caos en todas y cada una de las sesiones para precisamente el alcalde tenga una razón para no aplicar el presupuesto participativo y para que este maneje la institución como si fuera una empresa de su propiedad.

Con muy rara excepciones los regidores vienen encargándose  de supervisar antes y después, las pocas obras por demás, sobrevaluadas del alcalde Darío Rodríguez, no formulan ni desarrollan una política publica a favor de esos sectores que les favorecieron con el voto para que hoy se lleven al bolsillo cientos de miles de pesos por tal concepto resultando así, una vergüenza provincial.

Los regidores del municipio de Bonao, han olvidado que tienen un compromiso con sus partidos pero muchos mas sagrado con su pueblo y es, el de luchar por las grandes inversiones de obras municipales, no por la de Circo y Fiesta.

Hay quienes se han preguntado ¿El porque si el Ayuntamiento de Bonao, recibe todos los meses 14 millones de pesos actualmente impera tan enorme desorden y crisis económica a lo interno de la institución?.  ¿Qué sucede que en menos de dos años de gestión municipal de Darío Rodríguez, 10 importantes funcionarios han renunciados y otros 3 están en carpetas para marcharse afirmando que no resisten las indelicadezas que allí pernota?

A todos este desorden los regidores y con muy raras excepciones se mantienen de brazos cruzados distanciados de las realidades que bajo sus propias narices surgen con naturalidad  sin entender que estos deben conocer a fondo que esta sucediendo pues esta masiva renuncia en un intervalo de tiempo no considerable  debe tener una explicación y el pueblo debe conocerlas.

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